Si hay algo que tenemos claro en Encuadrado, es nuestra misión de que todo profesional pueda independizarse, crecer y triunfar. Eso significa que cada tarea o proyecto que iniciemos, tiene que estar enfocado en mover la aguja para acercarnos a esa meta final.
Una frase conocida de Bill Hewlett - cofundador de HP- y replicada por muchos, dice que las empresas mueren por comer mucho, no por hambre. La metáfora fue una advertencia ante el enorme crecimiento y ambición que estaban teniendo en el momento, pero que se ha ido haciendo cada vez más cierta y aplicable en el mundo startup.
Cuando abundan los recursos, se cree erróneamente que se solucionaron todos los problemas al poder contratar más gente y avanzar más rápido. Aumenta la confianza, se pierde el miedo y el foco en lo importante.
Empresas de todo tipo y tamaño trabajan con este enfoque, quizás hasta sabes que Google fue una de las primeras. En Encuadrado también los usamos, por lo que te compartimos un poco de nuestra experiencia para que si aun no lo haces, sepas cómo aplicarlos para ti.
Lo primero que debes saber es qué es OKR: es una sigla que hace referencia a “Objectives & Key Results”, es decir, objetivos y resultados claves. La idea principal es establecer objetivos lo suficientemente ambiciosos y alcanzables para una empresa, equipo o individuo, a la vez que se definen métricas concretas por cada uno, las que ayudarán a medir el progreso.
Algunos principios básicos a la hora de definir OKR’s son:
Idealmente antes de iniciar un nuevo año, la empresa debería tener una instancia de planificación estratégica para definir los OKRs para el siguiente período. Luego trimestralmente, cada líder de área tiene la responsabilidad de determinar las prioridades en las que estará trabajando su equipo. Finalmente, en una instancia de uno a uno el líder y cada miembro de su área debería fijar en qué estará trabajando la persona para contribuir al logro de los OKR de su equipo, y por tanto, de la organización.
Teniendo lo anterior se hace fácil planificar la semana, con sus tareas y actividades. Cada lunes puedes comenzar por revisar los objetivos en los que estás trabajando, para priorizar en función de la importancia y contribución que van a tener en el logro de la meta final.
Te recomendamos que hagas seguimiento del progreso y que actualices periódicamente las métricas para saber cómo vas. Recuerda que la consistencia y alineación son claves para lograrlo.
People Manager
Biografía
Psicóloga organizacional, potterhead (de Ravenclaw) y fanática de los perros.