Descubre las diferencias entre psicólogos y psiquiatras, y cómo optimizar tu práctica independiente.
Abordar el tema de salud mental es adentrarse en un estado de bienestar psicológico donde somos conscientes de nuestras capacidades y podemos afrontar el día a día, trabajar y contribuir a nuestra comunidad. Al igual que cuidamos nuestro cuerpo para prevenir enfermedades físicas, es fundamental prestar atención a los problemas de salud mental y enfermedades mentales que pueden surgir.
Dentro de la atención en salud mental, es común encontrar dos profesionales de la salud mental predominantes: el psicólogo y el psiquiatra. Aunque a menudo se confunden, las principales diferencias entre ellos radican en sus roles y formaciones.
Un psicólogo, egresado de la carrera de psicología, una ciencia social, y con formación en psicología clínica, es un profesional capacitado para ayudarnos a comprender y manejar nuestro comportamiento humano y pensamientos. Se especializa en identificar y modificar patrones de pensamiento o conducta que pueden ser perjudiciales para nosotros o para quienes nos rodean. La terapia psicológica es su principal herramienta de intervención. El psicólogo puede trabajar con adultos, niños, hacer terapia de pareja o familias, adaptando su enfoque terapéutico según las necesidades del paciente. Es importante entender que un psicólogo no prescribe psicofármacos, pero si detecta síntomas que podrían beneficiarse de un tratamiento farmacológico, te recomendará ver a un psiquiatra, porque algunas causas pueden venir del aspecto de la bioquímica del cerebro. Todo en pos de buscar el mejor tratamiento.
El psiquiatra, por otro lado, es un médico especialista con formación en la carrera de medicina, especializado en salud mental. Gracias a su conocimiento en psicofarmacología, puede diagnosticar trastornos mentales y tiene la capacidad de prescribir medicamentos. En una consulta inicial, el psiquiatra buscará establecer un diagnóstico preciso y, si lo considera necesario, propondrá un plan de tratamiento que puede incluir psicofármacos que actúan a nivel del sistema nervioso, los que complementados con un buen tratamiento psicológico de la mano de un psicoterapeuta pueden ser la clave para aliviar al paciente.
Ambos profesionales tratan una amplia variedad de trastornos psicológicos, desde la depresión y ansiedad hasta trastornos de la personalidad y esquizofrenia. Si bien el psiquiatra puede recetar medicación, también puede recomendar terapias no farmacológicas, como la psicoterapia.
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Si experimentas problemas emocionales como tristeza prolongada, ansiedad constante o problemas para dormir, es esencial buscar ayuda. No veas estos síntomas como una señal de debilidad, sino como una oportunidad para mejorar tu calidad de vida.
Mientras que un psicólogo te guiará en la comprensión y el cambio de patrones de comportamiento y pensamiento, y las diferenciales principales con un psiquiatra es que este se centrará en los aspectos médicos y puede ofrecerte un tratamiento de enfermedades mentales farmacológico.
No dudes en buscar el apoyo de expertos. Una intervención temprana puede hacer una diferencia significativa en tu vida. Porque cuidar nuestra mente es tan importante como cuidar nuestro cuerpo.
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Periodista, podcaster, PR y otras ñoñerías varias.
